El abuso sexual infantil es mucho más común de lo que creemos, y sus víctimas en muchas ocasiones crecen en silencio con las heridas emocionales provocadas por este flagelo. En Corazones Mágicos se atiende de forma integral a las infancias que han sufrido estas heridas y les ayuda a sanar, lo que ayuda a construir una mejor sociedad. Para apoyar a esta importante causa, la donación de recursos económicos es vital pues con ello se paga a los especialistas en salud emocional y en derecho para atender a los menores víctimas.
Itzel llegó a los 16 años a Corazones Mágicos. No era lo suficientemente conciente de todos los episodios de violencia sexual que había vivido porque la violencia sexual infantil está estigmatizada en nuestra sociedad. Se habla poco del fenónomeno, pero su prevalencia es escandolosamente alta, y lamentablemente la mayoría de los casos se presentan en círculos de confianza en los que la denuncia se hace complicada. El caso de Itzel no es el único, ni el más joven que se atiende en esta Institución de Asistencia Privada.
"Yo me acuerdo cuando yo recién ingresé yo veía niños muy pequeños, ¿no? Niñas, niños muy pequeños como 3 años, y yo decía no puede ser, y por un lado decía es muy triste que niños tan pequeños vengan, pero también decía qué bueno que se hayan dado las herramientas a tiempo, ¿no? Porque hay casos como el mío que empezamos a vivir la violencia desde muy pequeñas y lo hablamos hasta la adolescencia, por ejemplo ¿no? Y fueron años de soportar, de considerar cosas que no había, y ver que lo brindan desde edades muy tempranas pues es como muy enriquecedor en ese aspecto", rememora.
De acuerdo con Fernanda Lazo, directora de Corazones Mágicos, este tipo de violencias son vividas por uno de cada cinco niñas y niños en algún momento de su infancia, lo que produce efectos adversos en la salud emocional de los menores, que en muchas ocasiones viven sus consecuencias en silencio, y crecen con esas cargas que terminan generando daños a sí mismos y sus entornos en la vida adulta.
"En Corazones Mágicos combatimos la violencia sexual infantil, la magnitud de la problemática es verdaderamente alarmante, se estima que una de cada cinco niñas y niños sufre un evento de abuso sexual en su vida (...) Por eso en Corazones Mágicos estamos comprometidos para sanar a las infancias que han tenido que pasar por un evento de violencia sexual infantil, y además implementamos programas también de prevención, de capacitación y de incidencia en políticas públicas", explica.
Corazones Mágicos es la única fundación en el estado de Querétaro que trata la violencia sexual infantil de forma integral y especializada, con un alto grado de respeto, calidez y empatía. Para ello, ofrecen servicios psicológicos para la rehabilitación de las víctimas de violencia sexual infantil, disponen de servicios jurídicos para proteger la integridad de las infancias víctimas y vencer la impunidad, y construyen una cultura de reconocimiento y prevención de la violencia sexual infantil.
Para Itzel, Corazones Mágicos es el espacio en el que recuperó la alegría de vivir, se convirtió en su red de apoyo y hoy, ya como joven adulta, aporta a la organización compartiendo su testimonio, acompañando a las niñas y niños que están pasando por su proceso de recuperación, y aportando como miembro de la sociedad a reconocer la existencia de este tipo de violencias, para identificarlas, sanarlas y erradicarlas.
"Yo decía, no pues si esto me va a pasar toda la vida yo ya no quiero seguir aquí, ¿no? Y a pesar de entrar como con esta desanimación a la existencia, pues ellos me permitieron ver otra posibilidad de lo que yo quería, de lo que yo tenía y de lo que yo era o quería ser, ¿no?".
El trabajo que realiza Corazones Mágicos tiene efectos más allá de las vidas de las infancias que son atendidas, pues su beneficio se multiplica al aportar en la construcción de una sociedad sin violencias, formada por adultos con desarrollo emocional, salud mental, resiliencia ante la adversidad y compromiso social. Para Fernanda Lazo, aportar a la causa de Corazones Mágicos para fortalecer sus servicios psicológicos y jurídicos, así como sus programas de prevención, es una versión en pro de la sociedad en su conjunto.
"La parte de los donativos es fundamental. El centro, todo el programa de Corazones Mágicos se mantiene con sueldos, y nuestro gasto fuerte justamente son los sueldos. Tenemos cargos recurrentes que pueden ir desde 200 pesos al mes, con esto se suman y nos ayudan muchísimo. También tenemos programas de voluntariado, aceptamos también donativos en especie para nuestras niñas y para nuestros niños, y hay muchísimas formas más en la que nos podemos sumar para combatir esta problemática. Hay que recordar que infancias rotas construyen sociedades rotas".