Bravo por el Arte AC se enfrenta a una serie de desafíos sociales que impactan directamente en la educación y el desarrollo de sus habitantes. Con aproximadamente 1 mil 200 habitantes, la comunidad enfrenta problemas como la deserción escolar, el analfabetismo lector, el embarazo temprano, la migración y problemáticas de inseguridad. Para contribuir con su causa, se pueden donar recursos económicos para adquirir materiales educativos y facilitar la accesibilidad física al centro, o voluntariado profesional para brindar acompañamiento psicológico y terapéutico a sus beneficiarios.
Bravo por el Arte ha sido mucho más que un simple centro de actividades artísticas para Rosaura, María y Dulce. Para Rosaura, ha sido un viaje de autodescubrimiento, un lugar donde aprendió a entenderse mejor, a apreciar su cuerpo y a reconocer sus habilidades personales. María, por su parte, ha encontrado un espacio para atreverse a hacer cosas nuevas, descubriendo así su propio potencial. Para Dulce, quien nunca antes había incursionado en actividades deportivas, este centro representó una revelación de las capacidades de su cuerpo que nunca había imaginado.
Pero más allá de estas historias personales, Bravo por el Arte aborda una serie de problemáticas derivadas de la migración. Como explica Paola Méndez, su directora, el enfoque está en las personas que se quedan, en entender y visibilizar sus sentimientos, conocimientos y pensamientos, a menudo ignorados en el discurso público. A través del arte, buscan dar voz a estas experiencias y emociones.
Uno de los principales problemas de la comunidad es la falta de acceso a la educación secundaria, lo que ha llevado a un alarmante índice de deserción escolar del 60%, según datos oficiales. Esta situación se agrava por otros factores como el embarazo temprano, que afecta al 26% de los jóvenes en el estado de Querétaro, y la migración hacia los Estados Unidos de América, con un registro de más de 18 mil personas en 2020.
Es entonces que la misión principal de Bravo por el Arte es difundir y promover el arte en todas sus formas. Esto se traduce en programas como Bravo por la Lectura, Bravo por la Escuela, Bravo por las Artes y el Encuentro Comunitario Anual, que ofrecen una variedad de actividades educativas y culturales para enriquecer a la vida en la comunidad.
El concepto de comunidad toma otro sentido en un espacio que busca recuperar los lazos rotos por las problemáticas sociales que viven.
Las motivaciones de quienes participan en Bravo por el Arte son muy variadas. Para algunos, como Rosaura, la motivación viene de ver el ejemplo de su hija, quien asistía a las clases y la inspiró a unirse también. Para otros, es el compañerismo, la actitud positiva y la calidad de los maestros lo que los impulsa a seguir adelante y abrir sus mentes a nuevas perspectivas.
A pesar de los logros obtenidos, la organización enfrenta desafíos administrativos y operativos, como la gestión financiera limitada, la falta de recursos humanos y las problemáticas de seguridad en Presa de Bravo, donde se encuentra ubicada. Sin embargo, continúa trabajando con determinación para superar estas dificultades y seguir brindando apoyo a la comunidad.
Aportar al trabajo de Bravo por el Arte puede ir desde donativos económicos hasta voluntariado educativo, cultural y psicológico.
En términos de donativos, Bravo por el Arte necesita tanto apoyo económico como de conocimiento. Recursos económicos para adquirir materiales educativos y facilitar la accesibilidad física al centro, así como también profesionales que puedan brindar acompañamiento psicológico y terapéutico a los participantes.
Para quienes participan en la organización, Bravo por el Arte representa mucho más que un simple lugar de actividades. Es sinónimo de felicidad, vitalidad y una extensión del hogar. Basta sentarse con ellos una mañana fresca de sábado y una buena taza de café para apreciar la buena onda, la grata anfitrionía y las sonrisas de las personas que ahí hacen comunidad.
Es un espacio donde pueden ser ellos mismos, donde construyen una vida social, se transforman y se conocen a sí mismos a través del arte y la colaboración. Es un refugio de expresión auténtica y único en la zona que impulsa a las personas a vivir de manera integral y profunda.
